Un solo examen pone a prueba cada año a alumnos, profesores, centros
docentes y al conjunto del sistema educativo. Se trata de la Evaluación
de Diagnóstico que, a través de los ejercicios que realizan en una
jornada los estudiantes, pretende comprobar si todos los agentes de la
cadena educativa cumplen su misión y logran dotar a escolares y alumnos
de Secundaria de las competencias básicas en el aprendizaje de las
matemáticas y la comunicación lingüística.
Las pruebas correspondientes al curso 20112-2013 comenzaron a
realizarse ayer en todos los colegios sostenidos con fondos públicos de Castilla y León y continuará el próximo día 23 de mayo en los centros de Educación Secundaria de la región.
Los protagonistas de este chequeo al sistema educativo en la provincia
de Segovia son 3.144 alumnos de 4º de Primaria y de 2º de Educación
Secundaria Obligatoria (ESO). En concreto, la evaluación externa
comenzó ayer con la participación de 1.522 estudiantes de 4º de
Primaria, de los que 935 cursan estudios en la zona rural y 587 en la
capital segoviana. El próximo jueves tendrán el turno de intervención
1.622 alumnos del segundo curso de ESO, de los que 1.008 están
matriculados en centros de la capital y 614 en institutos del resto de
la provincia.
Las pruebas, elaboradas por un comité de expertos formado por maestros y
psicopedagogos especialistas en Matemáticas y Lengua, se realizan en
ambos casos en todos los centros de la Comunidad de forma simultánea y
en dos sesiones de 50 minutos. En la primera de ellas, los estudiantes
tienen que resolver problemas matemáticos y, tras unos minutos de
descanso, en la segunda sesión, realizan la prueba de competencia
lingüística, centrada en la lengua castellana.
En 4º de Educación
Primaria, serán los profesores-tutores de cada curso los encargados de
la corrección de las pruebas, con el apoyo del equipo directivo. Por su
parte, en 2º de ESO, serán los profesores asignados por las jefaturas de
los departamentos correspondientes quienes realicen esta labor.
En un plazo máximo de una semana, las pruebas realizadas por los más de
43.000 estudiantes de la Comunidad estarán corregidas. Para ello, los
tutores o profesores responsables de la revisión de los exámenes
dispondrán de una herramienta informática sobre la que podrán introducir
los resultados para cada una de las pruebas y de cada alumno. Esta
herramienta posibilita la obtención de dos tipos de informes: para el
alumnado y para el centro. El primero, que será entregado a la familia,
valora e informa sobre el grado de adquisición y desarrollo de las
competencias básicas del alumno, complementando la evaluación académica
ordinaria. Algunos padres que en cursos anteriores han vivido este
proceso aseguran a esta redacción que el informe recibido les ha ayudado
conocer mejor el perfil académico de sus hijos. Si bien todas las
partes implicadas, profesores, padres y responsables institucionales dan
un valor orientativo a los resultados.
El informe para el centro sirve como referencia para proponer e
implementar medidas específicas de mejora y apoyo educativo en el ámbito
de las competencias básicas del alumnado. De hecho, los colegios e
institutos deben realizar un protocolo de identificación de buenas
prácticas y propuestas de mejora y, a la luz de los resultados obtenidos
en la evaluación externa, trazar un plan de acción que potencie las
fortalezas y ataje las debilidades de su programación y forma de
trabajar. Este plan de acción debe ser aprobado por el consejo escolar
de cada centro antes de despedir el presente curso y marcar las claves
de la programación del próximo, según ha explicado el jefe de la
Inspección de la Dirección Provincial de Educación, David Olmos Gilarranz
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