La Consejería de Educación ha decidido ampliar en seis meses el plazo de resolución de las ayudas para la financiación de la adquisición de libros de texto de alumnos de educación primaria y secundaria, según una orden publicada ayer en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl).
El departamento que dirige Juan José Mateos transmitió un mensaje de tranquilidad a las familias y explicaron que el motivo de este aplazamiento es que no se ha firmado el convenio de colaboración con el Ministerio de Educación. No obstante, las ayudas se pagarán durante el primer trimestre de 2012, según indicaron fuentes de la propia Consejería.
La Junta insiste en que la ampliación en seis meses del plazo se debe a que la convocatoria de las ayudas recoge que si la resolución no se ha producido dentro de él «se podrán entender desestimadas las solicitudes», por lo que la orden publicada en el boletín oficial es una «obligación legal».
Por ello, desde la Consejería de Educación insistieron en un mensaje de tranquilidad a todas las familias que presentaron la solicitud para estas ayudas, que el curso pasado 2010-2011 beneficiaron a más de 170.000 escolares en la Comunidad.
Convocatoria
Las ayudas se convocaron por una orden de 15 de abril en la que la Junta de Castilla y León se comprometía a una aportación de 12,6 millones de euros, a la cual se debía unir la del Gobierno central, que en este caso ascendería a 7,2 millones. Los beneficiarios de estas becas son el padre, madre o tutor de escolares de Primaria y Secundaria cuyas rentas que no superen los 60.000 euros, con cuantías de 105 euros por alumno de ambas etapas educativas y hasta 140 euros para familias que se encuentren en situaciones socioeconómicas desfavorables y con rentas más bajas.
En el caso de las familias numerosas, las familias en las que alguno de sus miembros cuenta con algún tipo de discapacidad (igual o superior al 33 por ciento) o con víctimas de la violencia de género o de terrorismo las ayudas se reciben sin atender a ningún otro requisito económico.
La convocatoria de estas ayudas se enmarca en el convenio firmado entre la Junta de Castilla y León y el Ministerio de Educación para financiar con 19,8 millones de euros los libros de texto y el material didáctico e informático para enseñanzas obligatorias durante el curso académico 2011-2012. La falta de la firma de un convenio donde se establezca lo que aporta cada administración (dos terceras partes la Junta y una el Ejecutivo central) es lo que ha imposibilitado la resolución y el pago de las ayudas.
El curso pasado ambas administraciones destinaron 21,3 millones de euros a becas para libros de texto, con lo que se beneficiaron más de 156.000 familias en la Comunidad. En ese caso, la Consejería de Educación hizo una única convocatoria y las ayudas fueron inmediatas para los que más lo necesitaron.
En este caso, la intención de la Junta era optimizar los recursos y conseguir una mayor agilidad administrativa con el fin de que, a través del convenio pendiente con el Ministerio de Educación, en una única convocatoria se consiguiera acceder a los beneficios previstos por ambas administraciones.
A pesar de los inconvenientes surgidos, la Consejería de Educación insiste en trasladar a los padres de alumnos un mensaje de tranquilidad ante la situación y reafirma que se reembolsarán las ayudas a lo largo del segundo trimestre del curso, por lo que pide confianza.
CORTES
Precisamente, la importante demanda social orientada a obtener ayudas para compensar los gastos de adquisición de libros de texto hace que el asunto llegue al pleno de las Cortes la próxima semana en forma de pregunta oral. La procuradora Ángela Marqués, perteneciente al Grupo Socialista, realizará una interpelación a la Junta de Castilla y León en demanda de una confirmación sobre el ajuste que sufrirá la partida de estas becas para el próximo año respecto a la cantidad consignada en los presupuestos de la Comunidad en 2011.
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