Los chavales de Bachillerato del colegio Claret de Segovia tienen clase de Filosofía. Pero hoy no abren el libro de la materia ni escuchan a su profesor. Hoy la clase es eminentemente práctica, gracias a que varios empresarios segovianos, de diferentes sectores, se convierten en profesores por una hora. Sin duda, la clase es diferente y los alumnos están muy predispuestos a aprender conceptos que sin darse cuenta tendrán que manejar en su día a día: el objetivo es hacerles reflexionar sobre la importancia de aplicar valores éticos en la vida personal y profesional que tendrán en un futuro cercano.
En eso consiste el programa ‘Ética en acción’, que durante este curso se ha desarrollado en primero de Bachillerato del centro educativo. El programaincluye Junior Achievement, una de las organizaciones internacionales sin ánimo de lucro más importantes a nivel mundial, dedicada a promover la formación emprendedora, la educación financiera y la preparación laboral.
La clase de esta semana es el colofón de las cinco sesiones de este programa donde de una manera amena y lúdica los alumnos han participado en espacios que han promovido la discusión, el razonamiento y la argumentación, conceptos que entroncan a la perfección con conocimientos que se imparten en la asignatura de filosofía ya que «son conocimientos filosóficos aplicados a la empresa», apunta el responsable de este programa y profesor de filosofía, David López.
La última sesión ha consistido en que los chavales, guiados por los empresarios voluntarios, han creado un código ético empresarial, basado en el propio colegio como ejemplo. De una manera participativa y razonada, los estudiantes han comprendido para qué sirve, que incluye y que principios debe de cumplir, como «ofrecer calidad y atención a los alumnos», según sus respuestas.